lunes, septiembre 04, 2006

Sonríe, Trauco

Antes de hablar del “descartado” puente sobre el canal de Chacao quisiera hacer un par de salvedades. Primero, en Chiloé la opinión acerca de la necesidad de un puente está dividida, éste es un proyecto polémico que por años ha tenido fervientes adherentes y detractores en la isla. Segundo, la construcción de un puente tiene una amplia gama (casi inimaginable) de efectos y connotaciones en todo ámbito, por lo que tratar de hacer un análisis detallado de sus consecuencias es no sólo presuntuoso, sino que imposible. Aduciendo motivos económicos, el gobierno ha desistido de construir el puente Chacao o Bicentenario, y como “moneda de cambio” ha anunciado un plan de inversiones para Chiloé, a saber:

- El mejoramiento de la ruta 5 (Panamericana) sin dudas se hace necesario, en Chiloé hay largos tramos de vía en que el asfalto está en pésimas condiciones, además sería importante analizar el rediseño de algunos segmentos de la vía entre Castro y Quellón, caracterizada por su sinuosidad con curvas muy cerradas y en pendiente, particularmente peligrosas con la escarcha en invierno. Construir una doble vía entre Chacao y Quellón como se planteó en un principio no se justifica dado el volumen de flujo vehicular en la isla. Basta con una doble calzada en la cercanía de las ciudades más importantes (Castro, Ancud, Quellón y el mismo Chacao) y creación de pistas lentas en las subidas, que por allá abundan.

- Conectividad marítima: Se plantea mejorar el sistema de transbordadores en los dos extremos de la isla, Chacao al norte (donde iba a estar el puente) y Quellón al sur. En este segundo caso se trata principalmente de mejorar la conectividad de la isla con la provincia de Palena.

- En Chiloé no hay ningún aeropuerto, en Castro (la capital, al centro de la isla), hay un aeródromo cuya pista de aterrizaje no está en buenas condiciones. Se plantea pavimentar y extender la longitud de la pista para permitir el aterrizaje seguro de aviones de mayor tamaño.

- Agua potable para toda la isla, no requiere comentario.

- Mejorar el estándar del hospital de Castro. Cualquier enfermo grave en la isla es trasladado en ambulancia a Puerto Montt pues en Chiloé no existe un hospital dotado de todas las especialidades y tecnología de punta. La necesidad de un buen hospital antes que un puente es un argumento muy utilizado por los detractores de este último. Quienes apoyan el puente responden que ambas cosas no son comparables pues el puente se construye con capitales privados. Esto es sólo parcialmente verdadero, pues el puente contaba con un fuerte subsidio del Estado, plata que se podía destinar para... un hospital.

Me parece que este paquete de medidas es mucho más provechoso para los chilotes que un puente en el extremo norte de la isla. Ahora bien, como hicieron ver algunas autoridades locales (*), éstas son demandas históricas de los chilotes y no precisamente ideas luminosas del MOP, lo cual es efectivo. Sin embargo, probablemente si no se hubiese caído el proyecto puente tendríamos que esperar décadas para la concreción de estas obras. Si el fracaso del puente precipita su construcción o implementación, bienvenido sea.

No dejo de pensar que si en Chiloé existen las periconas y cuecas chilotas; el barcoche, el Trauco, el Invunche y la Pincoya; el milcao y el chapalele, es debido a su condición de isla. Que si cuando en el resto de Chile y América se esparcían las ideas independistas y nacían las nuevas repúblicas, Chiloé mantuvo su lealtad al rey fue por su condición de isla. No creo que por la sola existencia de un puente se pierdan de la noche a la mañana las características que le dan a la isla su identidad propia, pero si se pierde su condición de tal, la que de una u otra forma ayudó a forjar su independencia cultural, escalofríos se apoderan de mí ¿Se seguirá sintiendo su atmósfera mágica y mística si se cruza por el puente? No creo que el Trauco exista, pero su creador debe estar feliz de saber que, al menos por un tiempo, se desecha la idea de la mega obra de infraestructura. Y todo por el alza en el precio del acero, según nos cuentan.

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(*) Dicho sea de paso, llama la atención que todos los alcaldes y diputados de la zona están (o estaban en un principio) a favor del puente, y muchos han hecho una vehemente defensa de éste. Esto claramente no es representativo del pensamiento de sus electores como se señala en el primer párrafo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin entrar a mencionar los amplios y, sin duda, complejos detalles técnicos de un proyecto de esta envergadura, pienso que tras la construcción de un puente que conecte la Isla Grande con el continente, está representado el lícito y ferviente anhelo de una comunidad que busca acceder en igualdad de condiciones a los beneficios de la modernidad. Ello sin perder, por cierto, lo más preciado de su ser: su identidad.
Con el conocimiento que me da la cercanía hacia la hermosa tierra chilota, creo que el reciente entrampamiento del proyecto "Puente de Chacao" no puede constituir una derrota para quienes adhieren a él, sino por el contrario, debe motivarlos a seguir luchando por lo que a todas luces consituye, más que un desafío ingeneril, una imperiosa y legítima necesidad.

Ricardo dijo...

en mi opinión el puente de chacao iba a terminar siendo un "elefante blanco"... muy grande pero inutil... o más que inutil, injustificado.

Lo mas cuestionable es el uso político que se hizo del proyecto... no se pueden prometer cosas que el sentido común va a descartar inevitablemente a la larga.

Sería mucho mejor que le hicieran un buen aeropuerto a Castro... como dice Fito Paez: "mucho más bonito y más barato"

Natho47 dijo...

Bachelet tuvo la valentía de terminar con un proyecto oscuro.

Jean Delard dijo...

José Luis: Creo que Bachelet ocupó la promesa del puente en su campaña... ¿de que valentía estaríamos hablando?

Anónimo dijo...

NO AL PUENTE

Sería un puente monumental, con luces entre soportes que figurarían entre los mayores del mundo, eso tiene costo, un elefante blanco dado el mínimo volumen de tráfico que se proyecta. Nos llenaríamos la boca con el puente, tal como nos inflamos creyendo que tenemos la canción nacional y la bandera más bonitas. ¿Para qué?

Como don RH implica, serían los contribuyentes de Visviri a Puerto Williams (en la Antártica están los milicos que no contribuyen) los que terminarían subsidiando el peaje. El chilote promedio no podría pagar peajes de US $40 a $50 en cada dirección, sería un tráfico para turistas y vehículos comerciales. Ese tráfico puede incentivarse con mejores y más frecuentes trasbordadores. El subsidio será una fracción de lo invertido en el puente.

No solo Chiloé sino el país en general necesita infraestructura. Con el costo de capital nacional más costo actualizado de los peajes se pueden realizar obras de mayor impacto y efectividad.

RH cubre las áreas principales, transporte, salud e infraestructura. También podría añadirse a eso desarrollo económico sin necesidad de quemar inútilmente los recursos limitados del país.

Axel Brinck (Montreal)