viernes, abril 14, 2006

El error conceptual horrible 2

En el transporte urbano ocurren un sinnúmero de externalidades que le son particulares, una de ellas es la congestión,(...)la movilidad disminuye con el aumento de automóviles, y disminuye aun más cuando se construye infraestructura sólo para ellos, tal como lo predice la teoría económica y como se ha podido comprobar en varios países del globo.

(texto original de carta de Marcela Munizaga al director del diario La Tercera, publicada con cortes en la edición de hoy viernes 14 de abril)


El Profesor Marcial Echeñique, en una entrevista publicada el Domingo 9 de Abril, ha manifestado una vez más su opinión contraria a la que él denomina “la opinión de los Ingenieros de Transporte” (aunque es socio fundador de nuestra sociedad científica). Argumenta que el uso masivo del automóvil (80% a 90% de los viajes motorizados), es necesario porque el crecimiento de la economía y aumento del ingreso de las personas inducen aumento de la movilidad, es decir, de la demanda de transporte. Es más, asegura que “… es bueno que (la ciudad) se llene de autos”. Utilizando sus propios términos, esto constituye un error conceptual muy grave.

La argumentación de Echeñique es que mayor ingreso genera mayor demanda por movilidad. Y mayor movilidad genera crecimiento económico. Por lo tanto, se debería construir toda la infraestructura necesaria para que esta movilidad se concrete, es decir, más autopistas, para que la ciudad se llene de autos como aspira; además, él compara esto con el caso de la globalización y la disminución de aranceles.

Sin embargo, esta argumentación es falaz y su comparación con la baja de aranceles no es válida. En el transporte urbano ocurren un sinnúmero de externalidades que le son particulares, una de ellas es la congestión. La lógica de Echeñique fracasa, porque la movilidad disminuye con el aumento de automóviles, y disminuye aun más cuando se construye infraestructura sólo para ellos, tal como lo predice la teoría económica y como se ha podido comprobar en varios países del globo. Una ciudad “llena de autos”, es una ciudad donde sus habitantes pasarían largas horas sentados en sus automóviles en vez de estar en sus trabajos u hogares. Es por ello que las autopistas urbanas no son una solución, mientras que la tarificación por congestión va en el camino correcto, como se ha podido comprobar en Londres recientemente (y antes en ciudades menos emblemáticas), por cuanto obliga a que los usuarios paguen por la congestión que generan, reduciendo el uso de las vías a niveles eficientes. Por todo esto, invertir fuertemente en transporte público es la alternativa más eficiente, porque se usa mejor el limitado espacio físico de la ciudad … y eso si que aumenta la movilidad.

Existen, además, varios otros aspectos que Echeñique soslaya por completo. Por ejemplo, que los automóviles generan mayor contaminación por viaje realizado, o que su eficiencia energética por persona transportada es muy inferior a la del transporte público, o que la construcción de vías para la circulación de automóviles atenta contra la creación de espacios públicos, como lo han hecho notar connotados urbanistas. La ciudad “llena de autos” que Echeñique propone es una urbe más extendida, con distancias de viajes mayores, vías congestionadas, mayor cantidad de emisión de contaminantes y una infraestructura vial que ocupa gran parte del espacio urbano.

Curiosamente, esa justamente no fue la elección de los habitantes de Cambridge, Inglaterra, quienes ante los resultados de un estudio realizado por el propio Echeñique optaron por una ciudad basada en el transporte público y la preservación de su centro histórico, en vez de una ciudad “llena de autos”. ¿Por qué en conferencias internacionales nuestro colega menciona con orgullo ese proceso de participación ciudadana que definió la ciudad del futuro para Cambridge, y en cambio aquí, desconoce el cuestionamiento mundial a la ciudad basada en el automóvil y el valor que merece la opinión de la ciudadanía? ¿Acaso los santiaguinos no merecen ser tratados como ciudadanos, o no tenemos derecho a una ciudad sustentable? ¿Será por esto que el Prof. Echeñique eligió vivir en Cambridge y no en Santiago de Chile?
Atentamente,


Dra. Marcela Munizaga
Presidenta Sociedad Chilena de Ingeniería de Transporte

2 comentarios:

Claudio dijo...

lamentable que hayan cortado la carta, pero al menos la publicaron lo que ya es bueno. Junto con saludar a la prof. Marcela Munizaga envío fuertes abrazos a todos los transportistas de la Chile. Un saludo y hasta siempre.

Anónimo dijo...

Este señor es realmente un esquizofrénico: hace algunos sábados, gozando del ocio de la calmada tarde me puse a ver esas repeticiones de progamas periodísticos del canal 13, donde salió dicho prestigioso urbanista vendiendo las bondades de una gran red de autopistas para Santiago (en ese tiempo todavía no se empezaban a construir, y de las cuales ahora faltan un segundo anillo, y varios accesos alternativos a las carreteras interurbanas). Lo curioso es que su ciudad favorita, que él piensa como "ideal", es BARCELONA!!!(densa, de moda, con buen trans. pub. y con precios del suelo muy altos)